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domingo, 6 de marzo de 2011

El turismo pseudocientífico, un gran éxito del NEGACIONISMO

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Según wikipedia el negacionismo es la distorsión ilegítima del registro histórico de tal manera que ciertos eventos aparezcan de forma más favorable o desfavorable, mientras que el revisionismo histórico es el estudio y reinterpretación de la historia.

El revisionismo histórico tiene un uso académico legítimo y otro peyorativo. Su uso académico se refiere a la reinterpretación de hechos históricos a la luz de nuevos datos, o nuevos análisis más precisos de datos conocidos.

Su uso peyorativo se refiere a la manipulación de la historia con fines políticos, prescindiendo del método científico y la revisión por pares, y por ello en este caso se considera una práctica pseudocientífica.

A diferencia de la propaganda, que apela a las emociones, el negacionismo apela al intelecto, usando varias técnicas ilegítimas para proponer un punto de vista.

Estas técnicas incluyen presentar como documentos genuinos a unos falsos, inventar razones ingeniosas, pero no plausibles para desconfiar de documentos genuinos, atribuir sus propias conclusiones a libros y otras fuentes que digan lo contrario, manipular series estadísticas para apoyar sus puntos de vista y traducir mal deliberadamente textos en otros idiomas.



En la actualidad es muy común que TODAVIA haya personas que NIEGUEN el holocausto judío de Hitler, el genocidio armenio o el genocidio en Ruanda, personas que NIEGUEN la existencia del virus del sida, personas que NIEGUEN que la tierra gira alrededor del sol (bueno, inclusive todavía hay personas que NIEGAN que la tierra sea redonda), personas que NIEGUEN que el ser humano ha pisado la luna, bueno hay personas que inclusive NIEGAN que existan las enfermedades, pues le dicen que éstas no son otra cosa más que el stress causado por las “emociones negativas", hay personas que NIEGAN que hayan existido los dinosaurios, entre un largo etc. de CREENCIAS ridículas que todavía predominan a pesar de que la evidencia científica ha demostrado que son FALSAS.

Cuando se niega la evidencia científica, muchas veces se origina una pseudociencia o nuevos fraudes, hoy vamos a hablar de una variante muy peculiar, el de las pseudociencias o fraudes del tipo “turístico”.

Por ejemplo, según la criptozoólogia (una pseudociencia), Nessie (o el monstruo del lago Ness) a veces es un dinosaurio, a veces es un lagarto, a veces es una anguila gigante, otras veces es una serpiente muy grande, y ya más recientemente de manera más elegante dicen que es un “plesiosauro”, todo depende del lugar, puesto que “Nessie” vive en unos 300 lagos del planeta.

Nessie
Dependiendo del lago en el que se hospede Nessie, es el nombre que adquiere, por ejemplo en el lago Nahuel Huapi en Argentina se llama “Nahuelito” en el lago Champ en E.U.A es “Champie”, y así.

Champie


Nahuelito
 El “monstruo” del lago está presente en muchos países, por lo que varias ciudades son las que aseguran que ahí es la ciudad “original” donde se alberga a Nessie, y en todas ellas  existen museos, libros, recuerditos y visitas guiadas al hábitat natural, prometiéndole inclusive que si hay buen clima puede fotografiarlo.





Nessie, es al igual que el Yeti, el bigfoot, el abominable hombre de las nieves y las caras de Belméz, una más de las MUCHAS creencias ridículas explotadas con fines turísticos.


Y como es bien sabido, en diversas partes del mundo la charlatanería como atractivo turístico es un supernegociazo para ayuntamientos y funcionarios locales.


Por cierto, para mí estas son las mejores fotos de Nessie, entre más alejado este uno (o más chicas esten las fotos), más nítido se puede ver al “monstruo"


 
 Aquí en México, también subsiste la pseudociencia turística y muchas veces recibe apoyo directo de las instancias gubernamentales, nada más que aquí no es tan popular la criptozoólogia como para hacerle competencia a Nessie con el chupacabras.


Aun así veamos una de las ridiculeces “históricas” 100% mexicanas producto del negacionismo pero sobre todo del “revisionismo” de las autoridades de nuestro país.

La atracción a la que me refiero es a la de:

 LOS RESTOS DE CUAUHTÉMOC,

EL ÚLTIMO REY AZTECA….(que era mujer)






Esta es la HISTORIA


En 1949 se dio a conocer, a nivel nacional, la noticia de que en el pueblo de Ixcateopan, Guerrero, se habían encontrado los restos del emperador Cuauhtémoc. Los trabajos de excavación estuvieron a cargo de la historiadora zacatecana Eulalia Guzmán (1890-1985).

Cuando la maestra Eulalia llego a Ixcateopan, se precipitó a realizar excavaciones, pues quien había sido comisionado para tal fin era el arqueólogo Carlos Margáin, quien no llego a tiempo al lugar. Así que doña Eulalia le hizo “madruguete” a don Carlos, que para cuando llego a Ixcateopan a hacer su trabajo, pues con la novedad de que ya doña Eulalia le había “ayudado”.

El 26 de septiembre de 1949, la maestra Eulalia Guzmán anuncio el hallazgo de la osamenta del último tlatoani azteca, en Ixcateopan, y con ello dio a la población un sitio destacado en el mapa de México. Esta localidad ahora rinde homenaje a la investigadora con una calle que lleva su nombre y en la cual se encuentra el palacio municipal.

Todo habría sido un “exitazo” para doña Eulalia de no haber sido por las opiniones adversas de reconocidos intelectuales de la arqueología como Alfonso Caso, y de dos comisiones oficiales de arqueólogos que fueron nombradas para validar la autenticidad de los restos de Cuauhtémoc, mismas que fallaron en contra de los hallazgos de doña Eulalia.

En 1951 doña Eulalia volvió a excavar el montículo arqueológico ya mencionado y, según la comisión verificadora de los hallazgos de Ixcateopan, y utilizando las fotos del periodista Eliseo Salmerón, resolvió que la falta de técnica era evidente. Sus trabajos y descubrimientos fueron impugnados todo el tiempo por otros arqueólogos.

 
 
Un dato fundamental para los arqueólogos era saber si los pisos que cubrían la fosa que contenía los restos óseos y la placa de cobre estaban intactos, ya que de ser así lo encontrado debajo de ellos estaría perfectamente sellado. Sin embargo, no fue así. No hubo controles arqueológicos durante el proceso de excavación, ni un diario de campo en que se llevara el registro de lo que se hacía día con día.

Tanto Carlos Margáin como Jorge Acosta, arqueólogos comisionados al lugar después de realizadas las excavaciones, coincidieron en señalar que no hubo controles arqueológicos.

Las razones de los arqueólogos para impugnar el hallazgo son: que los restos que conforman el cadáver son huesos de 8 individuos diferentes con los que se formo un cuerpo además de tener un cráneo FEMENINO.

Los historiadores dicen que el “hallazgo” de doña Eulalia Guzmán “enmarcaba estupendamente la llamada doctrina de la mexicanidad del presidente (Miguel) Alemán”, escribió José Agustín en su “Tragicomedia mexicana 1” (Planeta, 1990), en un juicio que tiene consenso.

Es decir la figura de Cuauhtémoc tuvo una función “terapéutica” en el nacionalismo que promovía ese gobierno priista.

 
 
 
Sobre la actitud de los políticos y de los “periodistas” después de haberse revelado el FRAUDE de los restos de Cuauhtémoc, me encontré ésta nota, donde se menciona una curiosidad interesante que ya no es ninguna novedad aquí en México:

Después de la noticia de los supuestos hallazgos, dos comisiones oficiales, nombradas para validar la autenticidad de los restos de Cuauhtémoc, fallaron en contra y, según testimonios reproducidos por los autores José Antonio Aguilar Rivera y Karl E. Meyer, “la hostilidad de ciertos periodistas fue vociferante”.



Según la declaración hecha por uno de los investigadores, “nos describieron como una pandilla de traidores y en varios periódicos llegaron al extremo de exigir que se nos fusilara”.

Con sólidos argumentos científicos, Eduardo Matos deja claro que los huesos encontrados en Ixcateopan no pertenecen al afamado tlatoani y nos enseña que tal idea se sostuvo porque así convenía a los gobernantes en turno.


Foto: Eliseo Salmerón

“¡…Y ya solamente esperamos a que lleguen los miembros del inah para que de una vez por todas digan que aquí se encuentran los restos de Cuauhtémoc…!” Con estas palabras terminaba su discurso un diputado local ante la presencia del “señor gobernador” del estado de Guerrero, que por entonces lo era Rubén Figueroa, y del pueblo de Ixcateopan, reunidos una soleada mañana de 1976 en que se visitaría el lugar donde se encontraba el montículo arqueológico que se suponía cubría el palacio de Cuauhtémoc.

A estas palabras siguieron cohetes, música de la banda y la petición a los presentes de que esperaran un poco para el arribo de los arqueólogos del INAH, los que, en realidad, ya habíamos llegado pero creímos prudente esperar detrás de la iglesia para que no se nos quisiera comprometer pidiéndonos que dijéramos algunas palabras ante la multitud.



Poco después nos acercamos al gobernador y nos hicimos presentes. De inmediato se ordenó que fuéramos al lugar donde se hallaba el montículo y hacia allá nos dirigimos entre reiterados cohetes, música y grupos escolares. Visto el lugar y expresadas las necesidades para comenzar las excavaciones, nos dirigimos a la comida que se tenía preparada para tal acontecimiento.

En medio de la comida, el señor gobernador nos dijo: “Todo cae por su propio peso. Por eso esperamos que hagan pronto su trabajo y digan que aquí está Cuauhtémoc para que puedan regresar a la capital, pero con cabeza…”

Aquellas palabras en boca de tan connotado personaje hicieron que a Jorge Angulo, director del Centro Regional de Morelos-Guerrero, a Juan Yadeun, arqueólogo que se encargaría de los trabajos de excavación, y a mí (Eduardo Matos), miembro de la Comisión para la Revisión y Nuevos Estudios de los Hallazgos de Ixcateopan, se nos atoraran los ricos tacos de mole en el pescuezo. Y no era para menos, pues bien sabíamos cómo se las gastaba tan conspicuo personaje…

 
 
El texto anterior fue citado en la revista “Arqueología mexicana” por el maestro en ciencias arqueológicas Eduardo Matos Moctezuma, miembro de aquella comisión.

Ahora vea la actitud tradicional de las autoridades mexicanas, cuando las evidencias científicas no son de su agrado, el Gobierno de Guerrero todavía dice en su página web que en Ixcateopan “fueron exhumados los restos de Cuauhtémoc".

Y en el municipio de (hasta el nombre) Ixcateopan de Cuauhtémoc todavía de manera oficial, e ignorando la evidencia y el fallo de 2 comisiones científicas oficiales, siguen asegurando de que en ese municipio, están los restos de Cuauhtémoc.

 
 
 
 
 
 
Y como “sitio histórico”  lo promueve el INEGI, en la sección turística del estado de guerrero:
 
 
 
 
 
 Por si esto no fuera lo suficientemente cómico, los restos de Cuauhtémoc son venerados no sólo en Ixcateopan, Guerrero, sino además en Candelaria, Campeche, y en Tenosique, Tabasco, municipios que también aseguran tener “pruebas” de que los restos que conservan, son los “verdaderos”.


Nota completa aquí


Nota completa aquí.


fotografia de www.tonasique.com


Y a todo esto


¿Qué paso con Eulalia Guzmán?

Según testimonio de Blanca Jiménez, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, “a partir de los dictámenes adversos a sus investigaciones, (la maestra Eulalia Guzmán, 1890-1985) sufrió una especie de ostracismo intelectual que la relegó virtualmente del ámbito académico”.

A la maestra Eulalia Guzmán, le paso lo mismo que le pasa a cada famoso cuando comete una burrada aquí en México, pues si en Ixcateopan como científica “mato a un perro”, desde entonces en el ámbito científico se le conoció como la “mataperros”, porque después de Ixcateopan, a doña Eulalia se le conoció más por lo que hizo mal, es decir, por su mala práctica científica, que por lo que hizo bien previamente como arqueóloga, maestra, intelectual o política.

Aunque por otro lado, tampoco es para menos, puesto que una gran figura, con una gran trayectoria académica como la que tenía doña Eulalia, lo que hizo en Ixcateopan, bien puede ser considerado como una verdadera incongruencia a lo que tanto tiempo le invirtió en su vida, es decir a la ciencia misma, sabiendo claramente que ahi NO SE PUEDE SIMPLEMENTE IGNORAR la evidencia científica que es adversa o contraria a los resultados que se esperan y tomar en cuenta únicamente la evidencia favorable, puesto que esto es precisamente la diferencia entre ciencia y pseudociencia.

En la ciencia las hipótesis propuestas deben de ser falsables, mientras que en la pseudociencia únicamente deben de ser simpáticas y sonar convincentes.

Y bueno, los gobernantes como siempre, incapaces de diferenciar entre un hallazgo científico genuino y un fraude le dieron un reconocimiento oficial a Eulalia Guzmán como personaje ilustre en su estado natal, destacando como un gran logro el ser la “descubridora” de los restos de Cuauhtémoc, como siempre, la burocracia mexicana no sólo (utiliza y) certifica la estupidez, sino que también la premia.



Nada más para que se dé cuenta de que un país tan “democrático” como el nuestro a cualquier persona que se le ocurra alguna tontería simpática o que tenga fe en la creencia más retrograda se le puede llamar “descubridor” o “investigador”.

México es una prueba viviente de que, cuando hay fe, la ciencia es sólo una molestia más, a ignorar.

 
 
Aunque por otro lado, el fenómeno de los restos de Cuauhtémoc, podría ser una versión 100% mexicana de una nueva franquicia turística, similar al de Nessie en otros países, el programa podría llamarse “Un tlatoani en tu estado”, total a los gobernantes NO LES IMPORTA, si los restos exhibidos son falsos, son de perro, son de pollo, son de un mamut, son de algún faraón egipcio, son del chupacabras o de un simple buey, pues para ellos, todos los huesos son iguales y lo mismo.

¿o no?

3 comentarios:

  1. HOla OMar, qué casualidad, fíjate que mi madre, la historiadora Alicia Olivera de Bonfil, formó parte de la comisión que en el sexenio de Echeverría revisó la evidencia del caso de los restos de Cuauhtémoc, y por supuesto, hallaron que era un completo fraude. INcluso publicaron parte de los resultados en algunos texos académicos (de poca difusión, naturalmente). Pero como imaginarás, llegó la orden presidencial de que los restos tenían que ser declarados como legítimos. En fin...

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  2. ¡Fíjate nada más! no me imagino ni por un segundo estar en los zapatos de tu mamá, pues la de emociones encontradas que ha de haber experimentado en su momento, me refiero, a que por un lado un gran orgullo demostrar de manera científica el fraude, pero por otro lado la decepción e impotencia que ha de haber sentido, cuando de manera oficial se burlaron de ellos.
    Además me imagino que una indicación de los “de arriba” de ese tipo, conociendo a la fauna política del país, no se la han de haber hecho de manera muy respetuosa, educada y libre de REPRESALIAS que digamos ¿ó si?

    Fíjate que me dio mucho gusto saber esto que me comentas de tu mamá, pues significa que en realidad ha habido de manera oficial 3 comisiones que han demostrado que los restos de Cuauhtémoc en Ixcateopan son un FRAUDE.


    para saber más, busque algo sobre el trabajo de ella y la verdad que me quede impresionado con la trayectoria académica de ella. La verdad que mis respetos, me quede asombrado, bueno, hasta me puse a leer algunas reseñas que publico en su momento sobre el periódico cristero “peoresnada”.


    http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/600/60056313.pdf

    Quise encontrar más sobre el trabajo de ella referente a los restos de Cuauhtémoc y pues tengo que comprar el libro por amazon (en cuanto lo tengan disponible), ciertamente ella junto con otros 5 investigadores (Josefina García Quintana, Sonia Lombardo de Ruiz, Alejandra Moreno Toscano, Luis Reyes García y Eduardo Matos Moctezuma) formaron la tercera comisión, ella con su especialidad (la historia Oral), en 1980 publicó el libro:

    LA TRADICIÓN ORAL SOBRE CUAUHTÉMOC.

    Y una anécdota que realmente me conmovió mucho (porque nos muestra la dedicación y tenacidad que invirtió para desenmascarar el engaño) es cuando le hicieron el homenaje por su trayectoria académica hace 2 años y en el que dijo:


    “Navegamos por el río Usumacinta para llegar a pueblos muy alejados y recuperar la tradición oral sobre el personaje, nos enfrentamos a ‘hormigas enormes’ que estaban debajo de la losa de piedra labrada que se decía era la tumba del gobernante mexica, resistiendo dolorosos piquetazos en fin, sorteamos muchos obstáculos, pero siempre el resultado hacía que todo valiera la pena. Con esta investigación, acabamos formándonos como historiadores”.

    Sin lugar a dudas un gran ejemplo a seguir.

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  3. El ateo (está más de moda decir el escéptico) que es seducido por su modelo, está en la misma posición que el creyente que es seducido por su fe. El problema no está en si creemos en esto o en lo otro, sino en la creencia en sí misma, como acto de negación de la razón.

    Cuando uno cree en algo, se siente bien. Da igual que creas en Dios o en la ciencia: ya todo está explicado. Llega un momento en que cualquier idea contraria, o siquiera diferente, nos afecta existencialmente. Es un proceso comparable al del adicto a drogas, sólo que el creyente se hace adicto a ideas, en lugar de a un producto químico.

    Lo que acabamos de ver en la lista de Keith ejemplifica el comentario anterior: un escéptico arremete con ofensas de la peor especie contra todo el que no crea lo mismo que él. Hasta "criminales" nos dice. En otras epocas, este tipo de gente quemaba brujos y científicos a nombre de la fe; hoy lo hacen a nombre de la ciencia. Lo irónico es que no hay ni fe ni ciencia detrás de su actitud: solo hay miedo.

    El caso en cuestión es una caricatura, porque se trata de un sujeto con obvios problemas mentales. Pero lo vemos más atenuado en cualquiera que se deja seudcir por un ismo. "Yo practico el cristianismo, el ateísmo, el escepticismo..." ES LO MISMO. Por citar a Castaneda, toda ideología es una mafia mental.

    Saludos
    FD

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